viernes, 27 de marzo de 2009

Fernando Mercado, en defensa de la alegría.

Y sí señores, hoy el Museo se viste de fiesta para despedir el ciclo "Primera Encuesta Dallacostense", homenajeando al tipo que no le mezquinó jolgorio a ningún momento de los tantos que compartimos. A tal punto de que los esfuerzos que ha hecho, y fueron varios, casi no se reconocen, detrás de esa actitud histriónica, cumbiera, peterpanesca.
Tricampeón con el albinegro, campeón con la Facu, representante nuestro en la selección universitaria, supo acomodar sus chuecas al Futsal, tras su autoexhilio en Ushuaia, donde se consagró futbolística y profesionalmente, desde sus primeras "filmadas" para documentales polares, durmiendo en iglús, hasta el reciente despose de la hija del dueño del canal, lo que jamás querrá decir que le faltan méritos a este ingenioso licenciado en Cine y Televisión, para merecer el buen pasar que viene gozando.
Y por si faltara algo, el tipo se da el gusto de pasear las várices por el "Argentino C"!!!
Se lo espera desde su partida, y más desde su promesa de pronta vuelta. Dicen que a fin de año, dicen que el que viene... Salud Petaco!


¿Siempre se venda los tobillos de la misma forma? ¿Está seguro de que lo hace bien?


Una vez un médico, en consulta por un esguince, me dijo: “Tenés que vedarte en 8, de afuera hacia dentro”. Siempre me molestó todo uso de accesorios como las canilleras, tal es así que nunca me vendé... Pero los años, las lesiones y sobre todo la demora en curarse cambiarion mis hábitos. Ahora me vendo, uso canilleras y estoy por entrar al Club del diclofenac” (poderoso antiinflamatorio).

¿Qué cosas del fútbol, de las que usted hace en una cancha, son las que más le dan placer?

Hay una jugada que solía hacer...En velocidad voy a ganar la pelota en ataque, a la vez que el defensor va al encuentro. Yo a 3 ¼ de velocidad, el defensor al encuentro piensa que es mi máxima, al instante del choque tiro la quinta y gano las cuerdas. Qué epocas!.

¿Tiene algún ídolo de esos que no han trascendido mucho? Descríbalo.

No tengo. Son dignos de admiración los que juegan bien y nunca entrenan, hasta tienen estado físico, conozco a varios.

Cuéntese alguna anécdota especial de su vida futbolera.

Festejo de gol, jugando en Tierra del fuego, salí corriendo y me tiré en la caja de una camioneta Ford F100 y los compañeros de equipo me siguieron.




¿Qué puesto le gusta más? ¿Por qué?

He jugado más en dos lugares bien marcados, delantero (un 7 u 11) o defensor (un 2 o un 4), cada puesto tiene su gustito y creo que cada uno representa la escencia del fútbol. Ataque-defensa, crear-impedir.

¿Jugó alguna vez borracho y/o drogado? ¿Cómo le fue?

En mis tiempos de facultativo, jugando para la liga jujeña en más de una oportunidad lo he hecho. Me fue muy mal. Aunque debo reconocer que jugar muy “distendido” libera creativamente al jugador.

El potrero de la infancia…

El portón de un amigo de la infancia hacía las veces de arco, jugábamos a los penales con una pelota de trapo y relatábamos al estilo radial cada gol.



¿Algún arrepentimiento futbolístico?

Me arrepiento de no saber pegarle de zurda. De cerrar los ojos al cabecear. No colgar un tiro libre del ángulo. De dar vueltas en calesita en vez de tocar de primera. Pero sobre todo no haber aprendido y no toparme con quien me enseñe estas y otras cuestiones del fútbol después de haberle dedicado años de mi vida.

¿Qué gol festejó más como hincha? ¿Cuente la experiencia?

El gol contra agronomía en un interfacultad. No recuerdo bien la jugada, pero se que después de una escapada del negro Palacios del fondo en contragolpe casi exauto me habilita, le pego orrible y entra por debajo del arquero. El festejo del gol fue tirados riéndonos de cansados en la línea del corner. Recuerdo inborrable.

Su peor expulsión.

En Ushuaia 4 vez en mi historia futbolera (buen promedio), desde el banco de suplentes por intercambio verbal con el técnico adversario, 3 fechas. Apelé y me bajaron a una, injusticia había sido.
Se tiene que dar una fórmula: mal desempeño + lesión = expulsión.



¿Qué siente que es lo mejor que hace en este juego?

Me considero una persona tímida, pero dentro de la cancha me divierto, hablo mucho, ordeno, me siento feliz. Es decir lo mejor que hago es lograr sentirme bien por medio de este juego.

¿Alguna vez el fútbol le facilitó mujeres… o algo?

No se si directamente. Lo que sí, al ganar muchos amigos, muchos asados, salidas, etc. algo se ganó.

Un ídolo famoso. ¿Por qué?

No tengo.

¿Qué es lo peor que hizo en una cancha?

No tocarla. Hacer jugadas de mil pesos y terminarlas de 1 con 50.

¿Y lo mejor?

Jugar.

¿Ha cobrado por jugar?

En Córdoba, jugando una liga del interior, aunque sólo viáticos.

¿Cuándo compró o le reglaron su última pelota?

Mmmm...Hace 15 años, estaba de oferta. Era más chica y pesada que lasa de fútbol 11. Con esa aprendí a hacer muchas “cabecitas”.

Jugador famoso que más odia. ¿Por qué?

Hernán Díaz. Porque era mediocre, le pegaba hasta la madre y cuando lo tocaban se revolcaba, discutía mucho con los árbitros, y no me gustaba la cara.








viernes, 20 de marzo de 2009

Fernando Palacios: la comprensión en tiempo real.


“…Entonces ocurrió la revelación. Marino vio la rosa, como Adán pudo verla en el Paraíso, y sintió que ella estaba en su eternidad y no en sus palabras y que podemos mencionar o aludir pero no expresar y que los altos y soberbios volúmenes que formaban un ángulo de la sala en la penumbra de oro, no eran (como su vanidad soñó) un espejo del mundo, sino una cosa más agregada al mundo…”
Jorge Luis Borges (fragmento de Una rosa amarilla)


Qué justo viene un Borges ahora, a decir lo que se me dificulta. Eso que en cualquier boca puede sonar demasiado parcial, y, en la mía, a ciego amiguismo. Pero Borges ni lo conoció al Negro Palacios, aunque podría describirlo mejor que cualquiera, mientras a uno le queda el recurso de la cantidad, de la enumeración, del anecdotario y de los ruegos a Hermes para que la palabra haga justicia.
Lo conocí en el cursillo de Psicología, allá por el ’92, junto al Checho, Cuchara y a otro puñado al que vacunaban en masa, el primer día, con la doble positivista. Se hablaba mucho de conocimiento científico y se criticaba burlonamente a las flores de Bach.
Nos hamacábamos entre problemas de adaptación y falsas identidades, obsesiones y adicciones, hedonismo y fanatismos. Y el Negro, como si tuviera mil años!: tranquilo, pero con esas tranquilidades que inspiran confianza ciega, que invitan a relajarse. Aplomado. Sin frases de maestría ciruela, más bien con calle, mucha calle, pero jamás con apología del asfalto.
Una madurez que no terminaba de entender.
Y mientras muchos cambiábamos de color de pelo, o nos hacíamos ateos y adoradorees de Silvio Rodríguez, o militábamos un rato en el trotskysmo, para volver más tarde con mamita un tiempo más, y mientras éramos vegetarianos quince días, o lacanianos dos años, el Negro estaba siempre ahí, como referente de aquello que sostiene, de aquello que maduró tantos cambios interiores que no necesita del viento más que para escucharlo, para olfatearlo, para leerlo.
Recuerdo coleccionar formas de renegar mientras el Negro iba sobre ruedas (y no por falta de problemas) con sus parejas, con su laburo, con su entrenamiento olímpico en natación (1), sus amigos, su familia, con sus hijos, su mujer… con su vida. Como si el misterio de la eternidad se dejara entrever en la calma del Negro.
Cuando vi cómo a Neo le cargaban los programas y entraba a la Matrix experto en materias que segundos atrás ni conocía, pensé en el Negro Palacios.
Cuando ví cómo Nino Belvedere trataba a Norma, mientras el hijo de la novia comentaba “es como ver bailar a Fred Astaire”, pensé en el Negro Palacios.
Cuando escuché a Borges, sabio si los hay, dejar bien clara la diferencia entre conocimiento y sabiduría, pensé en el Negro Palacios.
Con el tiempo la vida me mostró paradojas, como rosas amarillas. Como verlo criar a Luz María y a Iván con una paternidad que le brotaba como si padre hubiera nacido. Como verlo y escucharlo cuando empezábamos a estudiar Psicología, allá por el ’92, época en que el Negro Palacios hacía mucho tiempo que era psicólogo.

(1) Once años de récord: http://www.clarin.com/diario/1998/03/02/r-02333d.htm





¿Siempre se venda los tobillos de la misma forma? ¿Está seguro de que lo hace bien?

Siempre me sobra venda, de una que me vendo para el orto, así que lo hago solo por cábala.


¿Qué cosas del fútbol, de las que usted hace en una cancha, son las que más le dan placer?

Salir jugando con la pelota después de una gambeta, aunque por mi edad el delantero se recupera mas rápido de lo que yo tardo en levantar la cabeza para ubicar un compañero y hacer la descarga.

¿Tiene algún ídolo de esos que no han trascendido mucho? Descríbalo.

Es un ídolo puro de imaginación, aunque por comentarios de viejos conocedores degustadores del fútbol existió y jugo en Talleres, creo en la década del 60, le decían el “Negro” Amable López. Confieso que nunca lo vi jugar, solo vi como brillaban los ojos de quienes comentaron lo que hacia en una cancha.

Cuéntese alguna anécdota especial de su vida futbolera.

La vez que salimos con Checho y Maxi un viernes al clásico encuentro de músicos, o a Serrucho, bien no recuerdo. No se a que hora estuvimos de vuelta, pero me acuerdo del Locro con que nos esperaba La Esther (mamá del Checho), lo regamos de abundante tinto y después fútbol en la Ciudad Universitaria hasta casi de noche, muy pocas veces fui tan feliz en una cancha.

¿Qué puesto le gusta más? ¿Por qué?

El 4 por proyección, por anticipo, por opción en el ataque.

¿Jugó alguna vez borracho y/o drogado? ¿Cómo le fue?

Puede que haya entrado con unos vinos arriba, pero fue puramente circunstancial, no se como me fue, solo se que me cague de risa.

El potrero de la infancia…

La canchita en el baldío atrás de la casa mis viejos. Arcos hechos con troncos de olmos, era ilimitada como las horas que pasábamos ahí.

¿Algún arrepentimiento futbolístico?

En la final con La Costa la forma en que reaccione es algo de lo que me arrepiento, con el agregado de que estaba mi hijo.

¿Qué gol festejó más como hincha? ¿Cuente la experiencia?

Partido clasificatorio de primera rueda con Ingeniería, erramos todo lo que se podía errar, en un avance aislado nos empatan y se vinieron con todo (si perdíamos, chau afuera), nos cascotearon el rancho hasta que faltando 5 minutos en un contragolpe ponemos el 2 a 1 con gol de petaco, recuerdo la corrida atrás de ese culiau, fuimos todos.

Su peor expulsión.

Todas, solo fueron 2 pero cuando estoy fuera me siento un pelotudazo.

¿Qué siente que es lo mejor que hace en este juego?

Sacrificio, entrega.

¿Alguna vez el fútbol le facilitó mujeres… o algo?

Mujeres no, si grandes amigos.

Un ídolo famoso. ¿Por qué?

Redondo, Zanetti. Por claridad en el juego, hacer simple lo difícil.

¿Qué es lo peor que hizo en una cancha?

Lo peor que hice dentro una cancha, en lo futbolístico, una vez que quise salir jugando de abajo y el delantero me tapo el pase al 4, por supuesto fue Gol. En aspectos más emocionales fueron las expulsiones.

¿Y lo mejor?

Un par de cabezazos defensivos, cruces, o anticipos en los que me sentí bien o al menos contento por haber llegado.

¿Ha cobrado por jugar?

Una vez ganamos unos pesos con Peralta y el Checho jugando un campeonato en Coronel Olmedo. Por supuesto que nos morfamos un bruto asado.

¿Cuándo compró o le reglaron su última pelota?

En la Navidad del 2007 me regale un lindo bulbito.

Jugador famoso que más odia. ¿Por qué?

Hernan Díaz, Ahumada, Cristiano Ronaldo, beckam. Por puro prejuicio no mas.



Maximiliano Peralta: la pregunta ambulante.


Su principal credo está en eso de que “tenés mucho que ver con aquello que rechazás” (parece que a eso también le dicen proyección). Le joden tanto el egoísmo y la mezquindad, que muchas veces desconfía de la autenticidad de su generosidad y altruismo.
Aún no logra liberarse de cierta soberbia mesiánica, ni, por lo tanto, de su ambición adolescente de ser héroe, o, al menos, mártir.
Sentía a Dalla Costa como uno de los pocos bastiones contra el “sálvese quien pueda”. Hoy está encomendando semejante recado a entornos más íntimos, y disfrutando del resto en tanto anécdotas, buen juego, lindos goles, hermosas fiestas y vida social y deportiva. Al César lo que es del César…



¿Siempre se venda los tobillos de la misma forma? ¿Está seguro de que lo hace bien?

Hasta los 26 era “inmortal”. Vendarse era algo que le pasaba a los demás. Una esguince del tobillo derecho me dejó afuera seis meses! Era más mortal que cualquiera. Empecé a vendarme. En el 2001 compartí departamento con el gran amigo y fisioterapeuta Saulo “Gallito” Beldrón, quien me enseñó a vendarme. Pero todo lo que se le escapa a una cierta lógica mía se me olvida antes de que me lo expliquen. Y Gallo me decía “es así Peralta, porque es así”.
Así es que creo que lo hago de forma distinta en cada partido. Es decir, no me vendo, me regalo.

¿Qué cosas del fútbol, de las que usted hace en una cancha, son las que más le dan placer?

En cancha de once casi no tuve esta experiencia, pero el gol lindo es lo que más placer me da (a quién no?). En los potreros, cuando la cosa es por pura diversión, trataba de que una jugada termine en lindo gol.
Ahora me conformo con correr a la par de un pendejo y evitar que me gambetee.

¿Tiene algún ídolo de esos que no han trascendido mucho? Descríbalo.

Ricardo “Chupete” Zárate, el Maradona de Ledesma. Y no trascendió porque no quiso. Porque un día vino a Talleres, le hizo dos goles a Vélez en un amistoso, salió de joda a la noche y se tomó el bondi de vuelta al pueblo.

Cuéntese alguna anécdota especial de su vida futbolera.

Partido en el km. 9, pasando Coronel Olmedo, camino de tierra, cancha de tierra, todo guadal. Con el equipo del “campo”, armado por mi primo Matías, le estábamos aguantando un 1 a 1 a los de Olmedo, y la cosa ya tenía color de odisea. Pitita vivía a 100 metros de la cancha y volvía de jolgorio a las 12 del mediodía, justo en el entretiempo. Pantalón de vestir blanco, camisa de seda negra, mocasines encharolados, así empezó a cruzar la cancha. Algunos chicos aprovechaban el entretiempo para echar centros y cabecearle a otro. Y en un centro, como de la nada y ante la mirada silenciosa, agazapada, de ambos equipos, Pitita se elevó en chilena y cayó desplomado al suelo. El fútbol le pasó como a 3 metros, el pantalón quedó negro y la camisa de seda no sirvió más. Se levantó como a los dos minutos.
Olmedo nos ganó una vez más, pero Pitita es nuestro.

¿Qué puesto le gusta más? ¿Por qué?

El oooocho!! Veo ese puesto como un desafío a la completud futbolística, te exige mucha calidad defensiva y también a la hora de ir para adelante. Es de lo más esperable que un 8 se tire a los pies, que sea aguerrido, que sea un Blas Giunta, un Simeone o un Zanetti, como tampoco es descabellado que tenga buen dominio, que la lleve para adelante, que tire alguna que otra gambeta y tenga buenos recursos para definir, a lo Chazarreta, Coudet, Monserrat, el sapito Marchant o el gran Milton Melgar. Y si le querés agregar estrategia, a ninguno le faltaba, pero más en el rol de conductor, también el 8 te lo puede dar, sino mirá un Pepe Basualdo, o un Diego Cagna.
Qué lindo puesto el ocho! Y qué puesto hijo de puta para cuando no saliste a correr en la semana!!

¿Jugó alguna vez borracho y/o drogado? ¿Cómo le fue?

Diría que no… Sí me acuerdo de un partido de verano a la siesta, a orillas del Suquía, fuimos con Martín. Los arcos eran bolsos y bidones de tinto, y en cada tiempo muerto los jugadores encaraban derecho a los “palos”. Había un tal “Ipea” que, al no poder tenerse más en pie, jugaba entre un ramerío de esos que bordean el paredón. Se agarraba de las plantas y pasar por ahí era un suicidio… cómo pegaba el desgraciado ese! Tiraba patadas ciegas hasta derribar al rival o sacar el fútbol del matorral...

El potrero de la infancia…

La plaza de Alejo Ledesma, con obstáculos como la magnolia, el poste de luz, el palo borracho y el camino de rosas al costado, pero era el mejor predio del mundo, como el de cada chico. Una vez, después de 3 o 4 años sin volver, llegué al pueblo y pasé por la plaza. Fui a la “cancha” y no lo podía creer, era la mitad de grande que en mi recuerdo. Noche cerrada, el mismo poste y la misma luz. Conté los pasos, no podía ser que ahí nos cansáramos tanto. Me cagué llorando.

¿Algún arrepentimiento futbolístico?

Más que arrepentimientos, ausencias que no logro curar. No jugué en el histórico triunfo sobre Fisioterapia, ni en el Interfacultades 2002 que llevba por nombre el de mi amigo Andrés, ni en los tres campeonatos que ganó Dalla Costa, ni en la final del Repechaje del año pasado, ni en el ascenso a la A del Quilmes… Si fuera Dios me daría una recompensa de epopeya, o bien estaría diciendo “este boludo todavía no aprende que su puesto no está en una cancha”.

Sí me arrepiento de cosas como, en la final con La Costa, en el entretiempo, en relación a un codazo que recibió, el Emi me dijo “yo pensé que vos te ibas a meter”. Sentí que le fallé a un compañero, al equipo. A veces me viene la fantasía de que lo encaró al guazo, lo pecho, se saca y me pega. Lo echan y eso decide nuestro triunfo.

¿Qué gol festejó más como hincha? ¿Cuente la experiencia?

En el de Caniggia a Brasil estaba en un octavo piso, en Belgrano y Montevideo. Me desgarganté parado en el borde del balcón. Cuando se me pasó un poco la euforia me temblaban las piernas pensando la locura que había hecho. Por la jugada de Maradona, por el rival, por el partido, por el contexto… no era para menos.

Su peor expulsión.

Comienzos en el Jujeño, creo que contra Laprida. Un petizo delantero de ellos, bueno, difícil, provocador. Juré tener paciencia, pero a los 20 minutos tenía amarilla, se tiraba muy bien el hijo de puta. A los 35, segunda amarilla, en una jugada en la que cobré más de lo que pegué. Protesté pero ya estaba echado. Me fui al banco contrariado y no pude con la sensación de injusticia, entonces volví a la cancha y le pegué dos trompadas a mano abierta al petizo. Ahí sentí que me iba más justamente. No recuerdo otra expulsión.

¿Qué siente que es lo mejor que hace en este juego?

En otra época quitar y salir jugando hasta llegar al área rival, tocando, armando jugadas estéticas. Hoy, contra mis ambiciones, creo que mi mejor cualidad para un equipo es defender.

¿Alguna vez el fútbol le facilitó mujeres… o algo?

Me facilitó ser parte de grupos maravillosos. Aunque también alguna, quizá, al saberme parte de este fenómeno, me agregue en su cabeza algún centímetro fálico.

Un ídolo famoso. ¿Por qué?

Maradona, lejos. Porque me hace sentir la belleza del fútbol en cada movimiento. Si alguien extraño nos estudiara y la muestra fuera él, no nos podrían describir sin relación intrínseca a la pelota. Le buscarían el cordón umbilical invisible y, al ver al resto, buscarían la pelota.

¿Qué es lo peor que hizo en una cancha?

Le fui con plancha a un delantero de Arquitectura y le quebré el dedo gordo del pie. Estaba muy exaltado al pedo.

¿Y lo mejor?

Te cuento lo mejor en un sentido, estético. Potrero atrás de Económicas, junto al Checho, el Negro, mi hermano Abraham… Me paro de 9 y cuando me llega el fútbol me abro de piernas, con la suerte de que pasa también entre las piernas de mi marcador, la busco a sus espaldas, me sale el último hombre y lo paso en velocidad para alcanzar a picársela al arquero. Era una jugada que la había soñado despierto muchas veces. Y salió tal cual. El partido no era por nada, pero no me lo olvido más.

¿Ha cobrado por jugar?

En algún torneo relámpago en el campo. No más.

¿Cuándo compró o le reglaron su última pelota?

Compré una hace pocos meses (ya no vienen más de cuero??), con la esperanza de jugar con mi novia en el parque. Suavecito, por la pubalgia. No hubo quórum.

Jugador famoso que más odia. ¿Por qué?

En esta lo sigo a Hugo a muerte. A muerte contra el forro de Cristiano Ronaldo. Egoísta, engreído y gozador como pocos he visto. Hasta me duele que sea buen jugador el muy hijo de puta.

viernes, 13 de marzo de 2009

Javier Guglielmone: Prestigio en el banco albinegro.

“La verdad, es que se hace difícil en primer lugar hacer un relato acorde a lo que uno quisiera expresar y a la vez al blog, ya que aquí los que escriben lo hacen muy bien. En segundo lugar, porque uno se encuentra en la encrucijada de tomar una decisión dolorosa, acertada y tratando de quedar lo menos mal posible. Aunque de eso se trata no?, de decidir…”

Así comenzaba Javier, a mediados del año pasdo, y con buena muñeca literaria, a contarnos sobre algo que quizás sea lo más difícil para un jugador de fútbol. Para un jugador-amante del fútbol: el retiro antes de lo previsto.
Hay miles de partidos bajos sus suelas. Y Dios sabe cuántos en sus retinas. Hay club y potrero, vestuario y baldío. Torres de luces y escapadas siesteras. Tango Adidas y bolsita llena de papel.
Hay tranquilidad en su presencia. Hay presencia en su presencia.
Hay humor. Nada puede ser tan solemne que escape al humor. Y, tal vez porque hay buen humor, hay autoridad.
Tres varones en el mismo potrero infantil y familiar. Se conoce la ventaja de eso. Y si como hermano te toca Hernán, está todo para un destino de buen defensor. Después vienen la escuela, el club, los sueños al día!
Y si, por casualidad, se cruza alguna pesadilla, es la de tener que abandonar. Para eso sí que la vida nos deja en bolas. Les cuesta a los más pintados, con todo a favor y con todo el ciclo cumplido… ¿Qué queda para nosotros? Y si no se entiende la situación, escuchemos de nuevo al Javi:

“Aquí no habrá una bombonera llena con la frase “la pelota no se mancha”, o un monumental exultante y un Coapani cantando “InmEnzo”. Si hay, un dolor, grande, profundo, una lagrima que corre y una sensación de vacío por un amor, que sinceramente, será eterno.”

Poco y nada de qué agarrarnos. ¿Somos lo qué amamos? ¿Cambiar la forma de amar para seguir siendo? Una lesión grave nos da tiempo de preguntarnos eso y mil pelotudeces, más acá y más allá de eso. Hasta la parca se disfraza de pregunta. O de respuesta.
Pero hay otras manos de donde tomarse. Menos huesudas. Y, como le escuché una vez al Nano Serrat, a propósito de su cáncer, “lo importante no es lo qué te pasa sino lo qué tú haces con lo que te pasa”.
Serrat me gusta, pero tiene suficientes seguidores y además está lejos. Lo que hizo el Javi con “lo que te pasa” son de las cosas que más me llegaron en mi vida, esas que uno ve y pide al cielo capacidad para una actitud similar.
Hay todo un escrito que refleja eso (1), y que no me canso de leer. Cosas como por ejemplo:

"Aquí no habrá una bombonera llena con la frase “la pelota no se mancha”, o un monumental exultante y un Coapani cantando “ InmEnzo”, pero están ustedes, y doy gracias a la vida que sea en un grupo como este en donde me pueda despedir, sintiendo esa sensación de grandeza, de imaginación infantil en que uno se cree el mas grande, y a la larga, para cada uno de ustedes, el compañero de EQUIPO, lo es….Gracias……………
Javier Guglielmone."

… Hay miles de partidos en su lomo. Hay un tipo que aprendió a bailar con la redonda al ritmo que el destino le marcó.
Hay un hombre que engrandece el picado de los martes. Hay un técnico que está dando un prestigio extraordinario a Dalla Costa.
No hay bomboneras ni monumentales… se quedan chicas para el corazón de un hombre agradecido… Hay un Amigo.

(1) Nota del 12/06/08 en http://www.deportivodallacosta.blogspot.com/

¿Siempre se venda los tobillos de la misma forma? ¿Está seguro de que lo hace bien?
Si, siempre me los vendo de la misma manera, y supongo que lo hago bien ya que en primer lugar así me enseño el masajista del club donde jugaba y nunca tuve problemas en los tobillos.

¿Qué cosas del fútbol, de las que usted hace en una cancha, son las que más le dan placer?
Entrar a la cancha, pisarla, estar dentro de ella, ser parte de un equipo.

¿Tiene algún ídolo de esos que no han trascendido mucho? Descríbalo.
Mis hermanos, uno juega en el equipo, y el otro que no es tan bueno (es mas parecido ami jugando), son mis ídolos, por su forma de entender el juego, porque de niños me acompañaron en este amor que tengo por este deporte, por su lealtad y por su temperamento al jugar.

Cuéntese alguna anécdota especial de su vida futbolera.
Un día, yo jugando en la cuarta división del club Deportivo Colon, lleve a dos amigos, que jugaban bien al futbol, a probarse, jugábamos un amistoso contra Instituto, la cuestión que estábamos juntos en la tribuna, lógicamente ellos sin conocer a nadie ya que era la primera ves que iban, y dado que faltaban jugadores, ya que recién empezábamos la pre-temporada, el técnico me los hizo llevar para verlos en este partido.
No se bien porque, pero nos separamos a la hora de ir al vestuario, yo personalmente a la hora de cambiarme siempre me aislaba y hacia toda una ceremonia personal acomodando las vendas, la ropa, los botines, etc. buscando concentrarme para el partido, la cuestión que luego de todo ese tiempo y ya cambiado, empecé a ver donde estaban estos amigos míos, y no los encontraba, Salí del vestuario, los busque en la tribuna, nada, y se me dio por abrir la puerta del vestuario visitante, y allí estaban estos mozos, escuchando la charla técnica del técnico de Instituto, yo no comprendo como los chicos del otro club, el técnico, no se dieron cuenta, ni siquiera se preguntaron quienes eran, y ellos no se percataron de que la indumentaria de ellos no era del mismo color que la nuestra, todo un verdadero desencuentro.

¿Qué puesto le gusta más? ¿Por qué?
Defensor, creo que porque mis aptitudes futbolísticas se amoldan a este puesto.

¿Jugó alguna vez borracho y/o drogado? ¿Cómo le fue?
Nunca jugué en estos estados, nunca me drogue y tomo muy poco alcohol.

El potrero de la infancia…
La calle frente de casa, una verdadera bombonera, lo que si, si me habrán cortado avances los autos que circulaban…………..

¿Algún arrepentimiento futbolístico?
Quizás me podría arrepentir del día en que sufrí la lesión en mi rodilla y no pude jugar mas como antes, pero también entiendo que e algo del destino, no se…., el futbol es algo que amo, y no tengo mas que agradecimientos.

¿Qué gol festejó más como hincha? ¿Cuente la experiencia?
El penal de Cassini al Milán, por la copa Intercontinental que gano Boca. Ese domingo estaba trabajando, solo en la empresa, con una bronca bárbara por no poder ver el partido, lo escuche por radio, y ese día llore como un chico, por la circunstancias, porque soy fanático de Boca, porque el Milán supuestamente nos iba a pasar por arriba, por muchas cosas…..

Su peor expulsión.
Jugando en el mismo club, contra Universitario, en una jugada bastante brusca de nuestro nº8 le pega una patada a su rival, el arbitro corriendo hacia la bestia de mi compañero lleva su mano al bolsillo de su chaqueta y al extraer la tarjeta roja, se tropieza, y al ir cayendo dicho plástico colorado se lo introduce en la boca, alo cual estando yo cerca de la jugada no hago otra cosa mas que largar una carcajada, muy enérgico el anciano réferi se paro arduamente y diciéndome “anda a reírte al vestuario” me echo ami, olvidándose de la promisoria patada que pego mi compañero. Lo peor que al ser capitán de ese equipo me tuve que bancar las fechas de suspensión por dos, solamente, por reírme del juez……..

¿Qué siente que es lo mejor que hace en este juego?
Participar, brindar mi compañerismo, formar parte de un equipo.

¿Alguna vez el fútbol le facilitó mujeres… o algo?
Mujeres no, si la oportunidad de conocer otros lugares y por sobre todo conocer gente y amigos.

Un ídolo famoso. ¿Por qué?
El coyote del correcaminos, ese es mi ídolo, porque no encuentro otro ser que sea capaz de levantarse tantas veces y de luchar y seguir adelante por un objetivo.

¿Qué es lo peor que hizo en una cancha?
Seguramente pelear, a las trompadas, por mas justo o razón que halla tenido.

¿Y lo mejor?
Jugar, no se si bien o mal, pero el hecho de jugar es algo que me da una sensación de satisfacción y felicidad indescriptible.

¿Ha cobrado por jugar?
En plata no, si me han dado indumentaria, pero dinero nunca.

¿Cuándo compró o le reglaron su última pelota?
Mía personal, no recuerdo, e comprado para mis hijos en estas fiestas pasadas.

Jugador famoso que más odia. ¿Por qué?
Gallardo y Hernán Díaz, por ser de River, por ser lo mas patético, llorones y maricones que e visto.


lunes, 9 de marzo de 2009

Gaby, Gaby, Gaby... huevo, huevo, huevo!!!

Le entró a la Psicología por vocación de ayuda. El papel que se requiere para eso le resulta tan circunstancial como si hay aula o se hace a cielo abierto. La cosa es que el árbol no le tapa el bosque, y el Gaby se forma para ayudar, y ayuda.
Del mismo modo se presentó hace casi una década y media, junto a Juan, en una práctica de la facu en cancha 2, para darle al carril derecho un perfil a la altura de Fisio, Medicina o Económicas. Pero sobre todo para ser parte esencial del grupo, con innata conciencia colectiva y sobrante de ganas para proponer, buscar, meter. Como en la cancha, con las eternas cáscaras en los laterales de sus piernas, cerca de las caderas, que cada vez que intentaban curarse tenían un partido que las iba a hacer raspar unas veinte veces más.
Dalla Costa no se olvida del Gabi porque Dalla Costa se formó, entre otras cosas, gracias a su propuesta de entrar con un equipo a la liga jujeña. Pioneros desde el imperio del sur cordobés, con Juan Zorza, puede decirse que dieron el puntapié inicial de la historia del albinegro.
Luego estuvo en la reunión fundacional, en el tricampeonato, en todas, pero absolutamente todas las jodas. Con su alegría indondicional, con su garra de 8 adentro y afuera de la cancha. Con su misión siempre cumplida: ayudar.


¿Siempre se venda los tobillos de la misma forma? ¿Está seguro de que lo hace bien?

Desde mis inferiores en Banda Norte de Río Cuarto, el arte de vendarme me lo enseño uno de los tantos maestros que he tenido en mi practica futbolística el mismo se llama “Chueco” Rosales, él en una escalinata dentro del club antes de un partido se dedico a explicarme y a hacer el vendaje mientras yo lo veía y escuchaba, hasta el día de hoy recuerdo sus palabras que decían “siempre tiene la venda que abarcar todo el pie”, dando a entender de esa manera que así la tela sobre un tobillo iba a facilitar que se produzca ningún tipo de lesión. Realmente este entrenador es un grande desde ese sábado es que me vendo de la misma forma y si el ha sido mi docente en tan hermosa practica para mi entender antes de un partido estoy seguro de que lo hago bien, si no pregúntenle al “Chueco” Rosales.

¿Qué cosas del fútbol, de las que usted hace en una cancha, son las que más le dan placer?

Son dos la primera y en esto creo que podemos coincidir varios es la de gritar un gol (ya sea de uno o de un compañero) el efecto placentero que produce tal grito tiene y lo he comprobado una duración en el tiempo que por ahí otras cosas que también nos producen regocijo. Por ejemplo el haber ganado el sábado y por ende haber gritado goles se manifiesta esa especie de alegría en otros ámbitos como lo son el laboral, familiar, etc. Es como que nos cambia la semana.
La segunda es el pegarle al balón como la mente lo quiere hacer, es decir dar el puntapié que se ha configurado en nuestra psique, que el fútbol valla al pecho del compañero estando este a unos 30 metros de distancia (el famoso cambio de frente prefecto) o que se haga toda red la pelota habiendo transitado la misma el impulso que uno realmente deseaba, sintiendo mente, botín y fútbol una sola cosa.

¿Tiene algún ídolo de esos que no han trascendido mucho? Descríbalo.

Alvaro Machado, no se si es mi ídolo lo que es una certeza es que es mi primo. Este pariente y buen jugador de fútbol posee lo que por ahí todo entrenador busca fomentar de sus jugadores y es la complementariedad técnica. Paso a describir los grandes atributos técnicos de Alvaro, jugador completo si lo hay, buen manejo de pelota, capacidad de gambeta en una baldosa, su puesto de 5 le permitía lucir aun mas esa grandiosa habilidad una especie de Redondo dentro de la cancha, a esto se le suma una pegada envidiable sus tiros correspondían al calificativo del autentico “bombazo”, si la pelota se dirigía al arco realmente las manos del arquero iban a sentir el disparo. Como si fuera poco sus laterales tenían la función de centros, es decir con sus manos lograba alcanzar una distancia de 35 metros ósea que un lateral de Alvaro pasando 8 metros de la línea del medio campo tenían destino de area, lo cual era siempre peligroso para los contrarios que este hasta sacara un lateral. Me parece que por esta sola virtud y por que el jugador, pariente y amigo todavía tiene vida futbolística al actual DT de Arsenal de Sarandi el jugador le interesaría (que manera de tirar pelotas dentro del area esos muchachos).

Cuéntese alguna anécdota especial de su vida futbolera.

La mejor de todas Psicología Campeón del Pre-Olimpico de la UNC, creo que esta mas que anécdota merece la denominación de best seller, extraordinario, estupendo, utópico, revolucionario.
Un día un gran amigo “Checho” Arch en su casa allá por el norte Salteño hablando de tal hazaña llevada a cabo por un grupo de gladiadores me dijo: “yo puedo decir que he salido campeón del mundo”, y si creo que todos en nuestras vidas tenemos un campeonato mundial que ganar, el mío ha sido hasta ahora el mismo que “Checho” ya que hasta el día de hoy el recuerdo de tal momento me estremece generándome una inmensa emoción.

¿Qué puesto le gusta más? ¿Por qué?

Sin lugar a dudas el de 8, hoy en día se lo denomina de varias maneras volante por derecha, carrilero por derecha etc. Particularmente me agrada esta posición en el campo de juego por se puede tener llegada a ambas áreas, uno allí colabora tanto a nivel defensivo como ofensivo, por ahí es muy común que te toque “bailar con la mas fea” ya que siempre los equipos contrarios por sus carriles izquierdos ponen jugadores de buen pie, esos habilidosos difíciles de marcar, creo que tal desafío en vez de desagradar tal posición la enriquece, es hermoso quitarles la pelota a los buenos jugadores. Me regocija lo sacrificado del 8.

¿Jugó alguna vez borracho y/o drogado? ¿Cómo le fue?

Resaqueado pero con seguridad si se media el alcohol y/o otras sustancias en sangre tenían como resultado que mi estado estaba en grado de doping positivo. Sin animo de ser peyorativo por el hecho de que tales experiencias están buenas de ser vividas, es real que el nivel de juego estando en esas condiciones disminuye, prefiero los sábados llegar bien comido, dormido, con poco tabaco en mis pulmones y saber que el viernes no he sobrepasado el cuarto baso de fernet, por lo menos en mi escuelita de fútbol estos indicios se seguirían a raja tabla.

El potrero de la infancia…

Hubo varios a raíz de mudanzas y demás pero me quedo con la parcela de césped de atrás de la pileta del club Banda Norte, habiendo canchas en la institución decidíamos jugar allí, ningún otro lugar tenía ese césped, para mi la Bombonera, remeras de arco y a rodar la pelota. Otra hermosa característica del lugar era la de encontrarnos solos, en los domingos de juego a la hora de la siesta – tarde no había absolutamente nadie, estábamos solamente nosotros con el deporte mas hermoso del mundo… que más pedir.

¿Algún arrepentimiento futbolístico?

Ninguno, como Gabriel Omar Batistuta en su reportaje en ESPN estudio el mismo comenta que en cada partido jugado ha dejado hasta la ultima gota de sudor, mas no podría haber dado, como una esponja la cual no tiene mas agua que derramar, he dejado todo en partidos ganados, empatados o perdidos.

¿Qué gol festejó más como hincha? ¿Cuente la experiencia?

Varios he festejado pero el gol de Palermo a River Plate en esa tal luchada semifinal de copa libertadores, sabiendo todos que su regreso era tras una rotura de ligamentos, que se dudaba de su participación, etc.
Hermoso gol, con un terrible caño de Riquelme a Jepes, contra el archi rival, que más puede desear un hincha de Boca.

Su peor expulsión.

Si una con llanto de por medio en el fútbol infantil, tras haber recibido un planchazo en la cara y recriminarle al arbitro tal full y por que no había visto tan alevoso golpe fui expulsado, me parece que mas que una peor expulsión esta ha sido injusta.


¿Qué siente que es lo mejor que hace en este juego?

El humilde aporte del sacrificio hasta donde el físico me lo ha permitido.

¿Alguna vez el fútbol le facilitó mujeres… o algo?

En absoluto mi delgadez y pelo dificultoso para dejarlo largo tampoco jugaban a mi favor para que la chica que estuviese viendo un partido del cual yo era parte se fijara en mi persona. Piernas bien formadas y cabellera del tipo Fernando Redondo aportan y mucho a la hora de obtener mujeres, yo no poseo ninguna de esas dos cualidades.

Un ídolo famoso. ¿Por qué?

Hoy en día me agrada saber que todavía hay jugadores como Martín Palermo, el “Titan” Palermo luchador si los hay, ante varias adversidades presentadas en su vida personal y futbolística siempre ha sabido reponerse y volver al campo de juego con goles. Buen tipo dentro y fuera de la cancha, a mi entender uno de los mejores cabeceadores que yo aya visto, sus saltos poseen una estética muy difícil de encontrar en el fútbol mundial, a sus 35 años corre a la par de pibes de 17 para lograr un mejor estado físico. Ejemplo viviente el goleador de Boca.

¿Qué es lo peor que hizo en una cancha?

Insultar a un contrincante.

¿Y lo mejor?

Pedirle disculpas al contrario insultado, alentar, abrazo de gol, estar caído en el piso y saber que me tenia que levantar por que si no mis compañeros tenían un hombre de menos y se corría el equipo un mayor riesgo de que nos marquen un gol, confiar en cada uno de los 11 (hasta cuando a Pablo el arquero se le paso la pelota entre las piernas en la final contra Arquitectura).

¿Ha cobrado por jugar?

Jamás.

¿Cuándo compró o le reglaron su última pelota?

En el 2006 en Salta casa de “Checho” Arch, había de todo cuando digo de todo quiero decir de todo, nos faltaba no mas la pelota, en una de las primeras compras al supermercado agarramos una de esas livianitas de color azul y oro que a la vez hacia de regalo para quien nos iba a alojar por 4 días, de esa manera aprovechamos el muy lindo campo de juego de nuestro entrañable amigo.

Jugador famoso que más odia. ¿Por qué?

No me agradaba para nada Hernán Díaz lateral por derecha de River Plate, su histrionismo dentro y fuera de la cancha hacían que me cautivara cuando un delantero le iba fuerte y este quedaba tendido en el piso, no entiendo de su convocatoria para el mundial del 94 en EEUU. Jugador insignificante.

domingo, 1 de marzo de 2009

Hugo Suárez: alma de león.

Dicen que la escala cromática es su mejor amante. Le revela misterios mientras él la acaricia, unas veces sobre el diapasón de los graves, otras sobre el disparador de una Olympus.
Podemos decir también que es licenciado en Ciencias de la Educación, que sabe de libros tanto como que son su entorno cotidiano, que admira a su hermano, que a sus amigos no les mezquina contacto alguno, laboral, mujeril...
Tantas cosas más. Pero yo, cuando pienso un rato en el Hugo, me lo represento con una palabra. Una que quiere atar varias imágenes. Como la del pecho inflado ante cualquier rival, la de pararse de 9 en LuzazuL, con los huevos al frente, o las de comentarios sobre sus fotos, sus temas y la actuación de Dalla Costa. Palabras que combaten un derrotismo que siempre acecha al equipo, un victimismo que seduce a muchos hombres y que es buen nido para la soberbia.
Pienso en el Hugo como desbaratador de las falsas humildades. Como alguien que, sin dejar de embolarse a veces, sabe darse los premios que merece, y hasta logra contagiarnos.
Cuando pienso en el Hugo la palabra que me viene es dignidad.


¿Siempre se venda los tobillos de la misma forma? ¿Está seguro de que lo hace bien?

_si, de la misma manera, pero tratando de hacerlo en momentos en que el resto del equipo està distraido hablando giladas o boludeando. Pasa que no se si lo hago bien y no quiero que digan “… mirà como se venda este gilaso”. Mi tècnica es la siguiente: pie derecho, en el sentido de las agujas del reloj; pie izquierdo, a contrareloj…

¿Qué cosas del fútbol, de las que usted hace en una cancha, son las que más les dan placer?

_A mì me gusta mucho “estàr” en el partido, es muy gratificante. Ademàs nos comemos el viaje de las camisetas, el arbitro, los banderines, las tarjetas… somos unos jugadorasos…

¿Tiene algún ídolo de esos que no han trascendido mucho? Descríbalo.

_El “Loco Mendoza”. Reserva de talleres allà por los años setenta a quien el destino y el amor por una mujer lo llevaron a ser ciruja errante para siempre. Cuenta la leyenda que bebiò un bebraje con fluidos femeninos, menstruaciòn de los ùltimos dias y quedò maldecido.
Pelota bajo la suela, mirada perdida en el horizonte buscando lejanas promesas de grandeza, nunca se sabìa a quien se la iba a tocar. Tuve la suerte de marcarlo. Llegaba a la cancha con el batute y todo…

Cuéntese alguna anécdota especial de su vida futbolera.

_Partido contra los gilasos de barrio don bosco, por el honor, cancha de ellos. Nosotros, visitantes totales y encima re forreados. Tres a tres y en el ultimo minuto del descuento (el que hace el ùltimo gol gana), mi hermano mete un cabezazo propio de sus dimensiones al ángulo. Quilombo, claro, con todos los chiches… de todos los partidos que juguè, elijo ese como el màs emotivo de todos.

¿Qué puesto le gusta más? ¿Por qué?

_¡yo quiero jugar de nueve! Te haces famoso màs ràpido!! No, loco, como ya dije, a mì me gusta “estar” en el partido y si juego està todo màs que bien… en cualquier lado.

¿Jugó alguna vez borracho y/o drogado? ¿Cómo le fue?

_ si. Sigo vivo.

El potrero de la infancia…

_ “canchita de los novoas”. Baldìo limìstrofe de un clan casi africano del barrio, arcos marcados con ladrillos. Hacìamos fuego para iluminar la noche. Lirismo puro…


¿Algún arrepentimiento futbolístico?

_no jugar en un club, pero no me arrepiento. Mi perfil de jugador “under” me ha dado muchas alegrias. Dallacosta representa una cura a esa falta.

¿Qué gol festejó más como hincha? ¿Cuente la experiencia?

_ gol de bevilacqua (talleres) a mandiyù, puso un dos a dos sobre la hora en el año `91. salì a gritarlo a la calle, sufrimos ese dìa como locos. Los dos goles de palermo al real son tambièn inolvidables.

Su peor expulsión.

_Nunca me expulsaron, y niren que he hecho mèritos. Una vez hasta le dije a un arbitro:”…echame pelotudo, pero no digas boludeces”, y nada.

¿Qué siente que es lo mejor que hace en este juego?

_Pongo mucho huevo. Serè tosco, lento, pero le pongo mucho huevo. Un batallador… creo que me divierto mucho

¿Alguna vez el fútbol le facilitó mujeres… o algo?

_Sì, claro…

Un ídolo famoso. ¿Por qué?

_ muchos: giunta, gatti, maradona, riquelme, alemàn humoller, del piero, valderrama, rincòn, jay jay okocha, romario, george best, cantonà, kanù, me gusta ver a drogba, tevez, ronaldo (no el puto este del milan, sino el brazuca), el-hadjy-diuf, garza galetto, chanchita albornoz, un montòn…

¿Qué es lo peor que hizo en una cancha?

_le pisè la mano a un loco en el suelo, previa patada, claro, que lo llevò al desplome y le dije: “… pedì algo ahora puto de mierda”. (y no me expulsaron).

¿Y lo mejor?

_ Eso… me habìa cansado el ortiva. Un maricòn.

¿Ha cobrado por jugar?

_campeonato por plata en villa el libertador, relàmpago. Me pagaron con una garrafa de gas (tesoro de los pobres, a falta de vacas, la posesiòn de garrafas es garantia de buena posicion).

¿Cuándo compró o le reglaron su última pelota?

_a fines del 2007 me comprè un futbol puma. Està de diez.

Jugador famoso que más odia. ¿Por qué?

_ cristiano ronaldo. Armemos un amistoso, pàguenme un viaje, una promocion “junto a tus ìdolos”, algo asì… me llevo la rodilla, mìnimo, lo arruino…

UN ABRAZO. NO QUIERO SER EJEMPLO DE NADA.