viernes, 20 de febrero de 2009

Alejandro Gimeno, donante de pulmones.

Criado entre valles lunares y patinadoras de glúteos derrochones, le trajo su mente a la docta y su cuerpo a Dalla Costa. Y su alma.
“Ese es jugador de fútbol”, dijo el Bocón Beltrán, cuando vio al albinegro una tarde jujeña. “Ese vago juega al fulbo”.
Cualquier cuadro en que uno detenga la cámara que sigue a Gimeno, mostrará un perfecto movimiento de fútbol. Pero lo que más publica su esencia es el despliegue. Y le tocó caer en un grupo cuyo fuerte no es el estado físico, precisamente.
Debe tener el récord de cerrar zonas que no son las que a priori le corresponden. No se cansa de dar una mano a todo aquel que defienda, y llega como una lechuga a la línea final para tirar centros gol.
Entrenador de las inferiores de Desamparados, también jugador de su querido Sportivo. Acá en Córdoba ganó cinco campeonatos de Fútbol de Salón con el equipo de la facu de Psicología, que también dirige. Ahora se nos está yendo a Noethinger, donde contrataron sus gambas. Su alma sigue más blanquinegra que nunca, y desde acá le hacemos un pequeño homenaje a ese tipo que siempre suma, desde todos lados… Ese al que más de uno le debemos un pulmón.


¿Siempre se venda los tobillos de la misma forma? ¿Está seguro de que lo hace bien?
Siempre me los vendo igual y si, me vendo muy bien, si no me vendo bienno me da seguridad para jugar, vendado me siento seguro.

¿Qué cosas del fútbol, de las que usted hace en una cancha, son las que más les dan placer?
La que me causa mas placer es el gol, aunque nunca haga goles; por lo tanto… quitar la pelota al rival y distribuirla con prolijidad a mis compañeros.

¿Tiene algún ídolo de esos que no han trascendido mucho? Descríbalo.
El chelo Delgado, J Falcon, Silvio Molina(C.S.D). Los ultimos 2 con las caracteristicas descriptas arriba.

Cuéntese alguna anécdota especial de su vida futbolera.
Buena o mala?tengo muchas…prefiero esta…¡Marcos! ¡Marcos! Vos me escuchas???? Si? Y por que no me la tocas??????

¿Qué puesto le gusta más? ¿Por qué?
De 5. Pienso que en ese lugar de la cancha aprovecho mejor mis virtudes de juego y es donde mas me necesita el equipo.

¿Jugó alguna vez borracho y/o drogado? ¿Cómo le fue?
Nunca, resaqueado como maximo, y jugue muy bien.

El potrero de la infancia…
Club Sportivo Desamparados

¿Algún arrepentimiento futbolístico?
Ninguno, nada por reprocharme.

¿Qué gol festejó más como hincha? ¿Cuente la experiencia?
El golazo de Cambiaso después de 24 toques y el taco de Crespo contra contra serbia en el mundial 2006, estaba solo y…después de gritarlo me puse a llorar…me emocione, estaba solo con mi perro Sandro que me ladraba por que no entendia nada.

Su peor expulsión.
En las inferiores de Desamparados…era un partido muy caliente contra Alianza de San Juan, una cancha muy difícil por que los padres amenazan de muerte a los arbitros… Jugada de ultimos minutos, mano a mano con el delantero…pelota picando…solamente salte a cabezear y el grasiento delantero del Lechuzo me pego con su cuerpo en la cadera aprovechando mi salto…un golpe a lo lucha libre. Que cobro el arbitro?? Tiro libre para ellos y expulsión para mi.

¿Qué siente que es lo mejor que hace en este juego?
Pongo mucho huevo e intento trasmitir mi temperamento a mis compañeros.

¿Alguna vez el fútbol le facilitó mujeres… o algo?
Si en mi temporada en Lanas caian las minas solas si estabas con la ropa del club, siempre me facilito cientos de amigos que es aun mas importante…las minas que me las facilite el boliche.

Un ídolo famoso. ¿Por qué?
Del futbol?? Hernan Jorge Crespo, me parece que estuvo a la altura de Batistuta, y es uno de los mejores centrodelanteros de la historia del futbol, me da placer verlo jugar.

¿Qué es lo peor que hizo en una cancha?
Herrar un penal

¿Y lo mejor?
Meti un gol casi de mitad de cancha y de bolea en una final. Fue contra Trinidad de San Juan y jugando para Desamparados, no pasabamos la mitad de cancha y teniamos 2 jugadores menos…en la siguiente jugada le metimos el 2do en un rebote de corner, ganamos 2 a 1.

¿Ha cobrado por jugar?
Claro papa, jugue para el 8 de Diciembre de Villa Concepción del Tio (Cba)… que equipo!!!!!

¿Cuándo compró o le reglaron su última pelota?
Me la regalaron hace unos 3 años, todavía vive.

Jugador famoso que más odia. ¿Por qué?
Internacionales…Genaro Gattuso (un mala leche), nacional…el colorado Sava y el chanchi Estevez…por que son unos muertos, sobre todo el chanchi que ademas es un imbecil, hay otros…el burrito Riveros…el chaco Torres.

sábado, 14 de febrero de 2009

Julián "Slatan" Marino: un Falo en la oscuridad.


Se puede ser mejor promedio histórico de una Facultad. O bien su goleador de todos los tiempos. Ahora, las dos cosas juntas..!
El que no conoce a Julián está en su derecho a tratarme de mentiroso, asistido por varias operaciones lógicas y leyes físicas. Pero verán que no estamos en el plano de lo corriente.
Reinventa el mundo y lo renombra con capacidad cortazariana. Puede recitar el himno de Baviera y explicar a Nietzsche como si viniera de tomar un café con él. Con intereses tan variados casi como la cultura misma, donde se mete logra tal maestría que luego puede exponerlo con meridiana claridad. Como profesor universitario es uno de los pocos bastiones de la extrañada excelencia de aquella que llamaban “docta”. No hay dureza craneal que no ceda a su oratoria, ni alumna que no haya vendido el alma por estar, aunque sea un ratito, entre sus piernas goleadoras y su mente privilegiada.
Más que tener memoria parece imposible que olvide algo, y eso que mientras uno ve el mar, él ya contó las olas y las nubes.
Escritor exquisito y con estilo propio, despunta cada tanto la dramaturgia, que usa para discutir mano a mano con los que hicieron historia, o bien para unir a propios y extraños en fiestas que parecen bajo el agua.
Odia la siesta (dormirla), como amenaza de improductividad. Jamás le esquivó a organizar y conducir grupos, y más de una vez se lo vio renegar en solitario para que las cosas salgan bien para todos.
Doctor Summa Cum Laude, lejos está ese título de ser el último, y lejos él de empapelar con ellos su mirada artaudiana.
Con tantas victorias conseguidas y tantas por venir, dicen que antes de encarnar pidió a sus Maestros amparo contra la soberbia. Lo escucharon… es hincha de Racing.

¿Siempre se venda los tobillos de la misma forma? ¿Está seguro de que lo hace bien?

Debo Confesar que no me vendo los tobillos. Y eso que he tenido varias esguinces, y los médicos y fisioterapeutas te dicen que tenés que vendarte los tobillos. Y hasta los compañeros, y los directores técnicos. Es esa rebeldía perezosa que uno finge ideologizar con los hombros hacia arriba; es dejadez…

¿Qué cosas del fútbol, de las que usted hace en una cancha, son las que más les dan placer?

El gol, pero hay algo más, y es medio extraño: es dominar la pelota y poder llevarla cerca y dentro del área. Se siente una especie de viento de barco. Uno hasta escucha canciones, y he escuchado varias, pero todas juntas se llaman: “El holandés errante”

¿Tiene algún ídolo de esos que no han trascendido mucho? Descríbalo.

Dady. Francisco Agustín Marino. Un jugadorazo. Creo que lo anímico/ psíquico/ autoconfianza juega en él un papel demasiado influyente. De tener una confianza tipo NAPALM, hoy estaríamos hablando del eterno número cinco de un club de Bélgica, de Amberes.

Cuéntese alguna anécdota especial de su vida futbolera.

He contado muchas, por lo que voy a contar otra que traduce más que nada una disposición sentimental: primer partido (amistoso) con el equipo de Psicología, año 1993. la organización del equipo parecía la del MST. Los criterios de inclusión parecían una democracia entre suiza y famélica. Los líderes del equipo eran una especie de Montoneros light y pacos de lucía gastados. Me encantó ese equipo. Era la cancha 1 de la ciudad universitaria, cuando tenía césped. Empatamos 2 a 2, yo jugué de ocho, me iban a sacar, hice un par de jugadas, me pidieron que no salga. No me podría ir jamás a jugar a otro lado.

¿Qué puesto le gusta más? ¿Por qué?

De nueve. Centrodelantero. Porque uno puede teorizar el gol, planificarlo, soñarlo despierto, indagarlo. Porque uno puede crispar defensores, ser considerado buena persona con facilidad. Ser feliz.

¿Jugó alguna vez borracho y/o drogado? ¿Cómo le fue?

Hace poco Dalla Costa organizó una fiesta y nos acostamos a las ocho y media y tomamos mucho y una chica me enamoró y al rato estábamos en la cancha contra Don Abraham. Nos reíamos con facilidad, la primer pelota que toca el Fede se cayó dando dos vueltas hasta afuera de la cancha. Ganamos 7 a 0, teníamos una heladerita en un rincón, nos quedamos mirando el cielo entredormidos…

El potrero de la infancia…

El Círculo Católico de Obreros de Trelew: un rectángulo de piedras, y, alternativa, una canchita de basket sin aros. Cuántas horas en tu suelo, infancia!

¿Algún arrepentimiento futbolístico?

No haber intentado siquiera una vez probar suerte en algún club de Córdoba, cuando joven, por supuesto…

¿Qué gol festejó más como hincha? ¿Cuente la experiencia?

El gol de Fabbri a River por la Supercopa 1988: dejamos eliminadas a las gallinas. Racing necesitaba empatar, y faltando cinco minutos, lo hicimos. Yo estaba en mi casa de Trelew, en el pasaje Cruz del Sur. Parado, con lágrimas en los ojos, hasta que apareció la Tota, salí corriendo, me arrodillé en el medio de la calle, me acordé de un compañero del colegio fanático de River, tenía muchas ganas de cargarlo, era , otra vez, feliz. El fútbol es la felicidad.

Su peor expulsión.

En los interfacultades, contra Ciencias Químicas, una pelota dividida, voy con el 4 de ellos, gano el fútbol, el otro se cae, da vueltas, gira, el árbitro me llama y… me echa!!! No me dieron ninguna fecha, el veedor (Nordio) me pidió disculpas pero fue lejos la peor expulsión, la más estúpida, injusta…

¿Qué siente que es lo mejor que hace en este juego?

A esta altura de mi vida hago lo que puedo, antes, correr… corría muy rápido. Me desgarraba con mucha facilidad. Ahora no pueden creer que yo era un jugador “picador”. Si señor, Maxi, martín, Monchi, cuenten, yo era rápido! Ahora soy un gordito revolucionado…

¿Alguna vez el fútbol le facilitó mujeres… o algo?

El fútbol???? Nooo, ni ahí. El fútbol nuestro no facilita para nada una mujer. Estaría tentado de decir: “Al contrario…”

Un ídolo famoso. ¿Por qué?

Idolo famoso, famoso para mi, y los hinchas de Racing… Walter Fernández, que wing izquierdo! Que manera de enganchar, Walter…

¿Qué es lo peor que hizo en una cancha?

Patear a un rival en el piso. El cinco de ciencias químicas, me tiró un codazo… luego le hice un foul, se cayó y lo pateé… siempre me echan contra esa facultad!

¿Y lo mejor?

El gol a Fisioterapia, el 1 a 0, a pesar del grito de martín, de su “hacélo o te mato…” lo festejé media hora, me fui corriendo hasta otra cancha. Festejamos mucho. Checho está presente…

¿Ha cobrado por jugar?

Si, en Trelew, jugando para Independiente de esa ciudad… tenía 17 años y el club armó un equipo pseudo profesional y nos pagaban por partido ganado y algo si empatábamos… Con el primer triunfo compré un par de zapatillas Puma. Salimos subcampeones, no tenía novia.

¿Cuándo compró o le reglaron su última pelota?

Me la regaló una ex, Luciana: es una Dalemas (Luciana es de Bell Ville) de esas de antes. De tiento.

Jugador famoso que más odia. ¿Por qué?

Odio muchos jugadores famosos. Ahí van: 1) Los salames jóvenes tipo Ever Banega. Esa conducta masturbatoria- star, esa actitud play station. 2) odio a los jugadores de la Lazio de Italia 3) odio a los ingleses u holandeses que reaccionan frente a los latinos como civilizados que tratan bárbaros 4) odio a Mancuso y a toda la troupe de Maradona 5) odio varios jugadores de Argentinos Juniors, tipo Escudero, Hauche y otros grandotes 6) en general odio las divisiones inferiores de River y Boca 7) DETESTO PROFUNDAMENTE AL MUÑECO GALLARDO 8) no soporto a Cascini 9) me parece detestable MATIAS VUOSO…DETESTABLE 10) seguramente no soportaré al Kun Agüero


Formación de Filosofía y Humanidades año 1994. Abajo, el 3º desde la derecha.
Marino hacía los 100 metros en 10 segundos y le sobraban un par.

viernes, 6 de febrero de 2009

Sergio Arch: Huevos y alegría!

Psicólogo de formación gestáltica entre otras, es referente en su querida provincia de Salta en el ámbito social-comunitario. Domina el piano y el inglés, pero ante todo es políglota emocional: le lleva cinco minutos asimilar el código de su interlocutor, hacerlo suyo, sentirlo y expresarse en el idioma del otro. Lo que resulta en la infrecuente y asombrosa capacidad de hacer que un desconocido se sienta su amigo de toda la vida… Y la sabiduría de Piscis dirá que lo es! Para muestra basta haber pasado por Bs.As. 1060, 1º “A”, cualquier día entre el ’92 y el 2003, más que un departamento, un taller de anécdotas.
Se deja bambolear por los vientos que lo alcanzan y su mirada refleja esa experiencia. Vivió en el sur y en el norte, es hijo y padre, 2 y 9, maestro jardinero y guerrero impiadoso del rival. Este chico-grande tiene revueltas las tripas por vivencias blanquinegras y se las arregla bien. Nos sabe mostrar que a veces sufre, al tiempo que es el primer defensor de la alegría. Nos dio goles que nos desgargantaron y, cuando le tocó, se cargó toda la agresividad del grupo sobre el 2 bien grande de su espalda.
Dalla Costa lo espera siempre porque sencillamente el Checho es Dalla Costa. Está en cada situación que se vive con pasión dentro del grupo, está en las palabras inmortales que nos regaló. Por ahí les suenan: “Huevo y alegría” y otra que dice “Abrazo de gol!!”.



Con nuestra flamante mascota, Vicente “el Tanque” Arch.


¿Siempre se venda los tobillos de la misma forma? ¿Está seguro de que lo hace bien?
Siempre de la misma forma encima de medias nunca iguales , creo que en sentido inverso de lo que esta bien, esto es, de adentro hacia afuera.

¿Qué cosas del fútbol, de las que usted hace en una cancha, son las que más les dan placer?
Hoy sin dudas dar un pase gol a algun amigo, que el festejo obligue a venir y abrazar.

¿Tiene algún ídolo de esos que no han trascendido mucho? Descríbalo.
Si podria mencionar a dos o cuatro : guille de mi pueblo juntos jugabamos de muy chicos sabiamos porque pasaba, que en cualquier momento recibia una pelota en cualquier lado lejos y esquivando todo metia goles de triunfos de el. El chileno del parque sarmiento, jugador de primera no es metafora, que siempre invitaba a surgir del fondo. Maxi generoso como pocos vive como juega lucha corre para se se luzcan los que lo rodean, con el arco solo, seguro buscara un compañero a quien darsela. El quique boñi distinto alegre gran jugador mejor tipo de esos que ayudan sin que uno se de cuenta.
julian marino solucionaba partidos solo, jamas se dio cuenta lo importante que es, lo querido por los goles, por sus gambetas, por su amistad radical, por jamas darse cuenta.

¿Qué puesto le gusta más? ¿Por qué?
Primer marcador central a dos o tres metros atrás del seis. Porque ahi soy importante y querido.


¿Jugó alguna vez borracho y/o drogado? ¿Cómo le fue?
Si juge asi, me fue bien, nos fue bien, ganamos siempre creo, fui feliz, intimide gente, fingi foules, y se rio Enrique.

El potrero de la infancia…
Cualquier lugar de campamento vespucio al norte de salta cerca de tartagal.

¿Algún arrepentimiento futbolístico?
Ninguno.

¿Qué gol festejó más como hincha? ¿Cuente la experiencia?
Cuatro goles: el de caniggia a brasil, el de juli a fisio, el del petiso anachuria a san martin de tucuman y el del gordo en la final.


Su peor expulsión.
En la que el negro palacios me grito cuando me iba ahora sali rapido, enojado me habia advertido antes, me senti triste avergonzado, inmaduro.



¿Qué siente que es lo mejor que hace en este juego?
Tener amigos, ser querido, querer.

¿Alguna vez el fútbol le facilitó mujeres… o algo?
Mujeres no, tener un lugar, ser psicologo seguro.

Un ídolo famoso. ¿Por qué?
Maradona, por que si.

¿Qué es lo peor que hizo en una cancha?
Lesionar a el 7 de agronomia.

¿Y lo mejor?
Cualquer gol.

¿Ha cobrado por jugar?
No.

¿Cuándo compró o le reglaron su última pelota?
No me acuerdo.

Jugador famoso que más odia. ¿Por qué?
Beckam, por que si.





martes, 3 de febrero de 2009

Encuesta al Monchi Mir, “el Mesías de Psico”


Padre del Santi (que asoció a Los Andes de Ledesma desde la panza), profesor de Multimedia y periodista de Alejo Ledesma, si bien maneja el abanico completo de la información, se le sale el alma cuando se trata del deporte de la redonda. Con datos que reventarían más de una Pentium, te habla de promesas que nadie conoce (y llegan!) y de fútbol pretelevisión.
Acompañó en los primeros pasos a Dalla Costa, desde el arco, la defensa y la tecnicatura, donde se quedó para darnos grandes triunfos, sobre todo ese que obligó a la facu a construir una vidriera especial, la del trofeo de Campeones del Torneo de la Reforma Universitaria, edición 2002, año en que la copa llevó el nombre de Andrés Dalla Costa… No podíamos verlo partir a otra facu!
El Mesías es dueño de un realismo que a veces nos dolía, pero fue en base al análisis franco de nuestras cualidades y las de los rivales (muchos de ellos superiores en los papeles), que el Monchi nos inauguró las vidrieras, nos dejó en la historia grande del Fútbol 11 universitario y, sobre todo, lo dejó al pelado Andrés descansando entre nosotros.

¿Siempre se venda los tobillos de la misma forma? ¿Está seguro de que lo hace bien?
Me vendo los tobillos desde los quince años. Cuando juego parece que tuviera los dos pies con el mismo vendaje pero no es así. La forma en que me vendo desde hace 8 años es con el estilo Peralta – llevando la venda siempre hacia el lado de adentro del pié – no estoy seguro de que sea efectivo porque Peralta siempre sufrió esguinces de tobillos y eso me deja dudas- él dice que se lo recomendó Saulo Beldrón durante una de sus primeras experiencias luego de egresar como fisioterapeuta.¿servirá…?
En una época intenté vendarme por sobre la media porque estaban de moda el Tata Martino, el Yaya Rosi y Jose Luis Villarreal, pero no di´resultado: el botín se “comía” la media y por ende me arrastraba el vendaje.

¿Qué cosas del fútbol, de las que usted hace en una cancha, son las que más les dan placer?
En mis épocas de arquero atajar un mano a mano cuando el delantero intentaba la gambeta larga hacia fuera era el éxtasis máximo. Poder adivinar hacia adonde iba a enganchar para anticiparme con un manotazo mientras me arrojaba hacia delante era puro placer. La dificultad se generaba cuando me tocaba un delantero rápido y teatrero, de esos que te dan bronca porque siempre buscan engañar a los ingenuos árbitros y entonces – como yo me arrojaba con los ojos cerrados- estaba en serios riesgo de cometer penal, situación que ocurría en un 98 % de la veces.
Ahora que me convertí en rudo defensor la jugada que más me divierte es cuando un delantero tiene todo para definir, llegar con la punta del botín y sacarla al corner para verlo como rezonga tomándose la cabeza por la oportunidad perdida.
También me gusta retener la pelota en el banco de suplentes cuando mi equipo va ganando por mínima diferencia y faltan pocos minutos.

¿Tiene algún ídolo de esos que no han trascendido mucho? Descríbalo.
En un capitulo de un libro futbolero titulaba “Yo lo ví jugar a Martino” por el gran Rinaldo que fue figura de un recordado equipo de San Lorenzo de Almagro. El título para el capitulo de mi libro sería “Yo lo ví jugar a Marino”. Pocas veces en una cancha hubo un jugador con la espontaneidad para resolver una jugada y la paciencia para definir frente al arquero con miles de argumentos.
Un jugador para tirarle la pelota y esperar que el rival sacara del medio. Salud al gran Julián.

Cuéntese alguna anécdota especial de su vida futbolera.
No tengo anécdotas porque mis anécdotas son largas historias de cada partido que jugue desde que era niño y hasta ayer.
Me acuardo de todo lo que me pasó dentro de una cancha – desde que no me di cuenta de la diarrea en el recreo de la escuela y seguí jugando hasta que tocó la campana, hasta el día en que Andrés Dalla Costa quedó inmortalizado cuando intentó someter a un delantero rival durante la ejecución de un tiro de esquina.
Yo estaba en la cancha cuando Julián pidió ir al banco de suplentes para poder terminar el repaso de una materia y también atajaba para psicología mientras Bocón Beltrán orinaba en la línea de cal durante un partido. También me tocó perder: en cancha de Belgrano de Arias me di vuelta desde el banco de suplentes para insultar a la hinchada cuando el arquero de nuestro equipo atajó un penal, el árbitro hizo repetir la ejecución y él lo volvió a atajar. Al terminar el partido una vieja arengaba al resto de los hinchas para que me peguen mientras el técnico me llevaba abrazado al vestuario. La señora enojada por no encontrar respuesta a su pedido decidió tomar venganza por mano propia y al grito de “Vamos mangas de cagones”, me encajó un patadón en el culo para que la recuerde por siempre.

¿Qué puesto le gusta más? ¿Por qué?
Me gustó ser arquero, posición ingrata si las hay pero son épocas para despuntar el vicio como jugador de campo por eso hace mucho que no atajo en un partido, ahora soy un defensor ferreo, ubicado, que corre poco y no se complica. En realidad acomodo “el camión” de más de 100 kg. Pongo el cuerpo y la dejo salir afuera o la punteo para los laterales. Siempre quiero ganar y tengo poco margen para regalar un chiche en la defensa, pero estoy conforme en ese lugar. Una vez improvisé de volante central y fue lo que más me gustó – todo pasa por ahí- siempre hay juego y si uno se ubica corre poco. Je je.
Me sentí muy cómodo en la dirección técnica y es lo que me espera cuando el sobre peso rompa alguna formación ligamentaria en rodillas o tobillos.

¿Jugó alguna vez borracho y/o drogado? ¿Cómo le fue?
Nunca jugué borracho ni drogado aunque confieso que dirigí al equipo de psicología en la final con arquitectura con una resaca importante después de haber bebido varias copas la noche anterior.
Creo que lo peor fue haber atajado con el estómago lleno en un partido de reserva. Hacía 15 minutos que habia terminado de almorzar canelones y faltó el arquero, yo fui como hincha a ver a Los Andes y como todavía estaba fichado en el club acepté jugar.

El potrero de la infancia…
En mi casa paterna, un terreno junto a las vías del ferrocarril con piso de tierra y escombros, los arcos hechos de palos cortados de las ramas más largas de algún olmo que debía tener orqueta en uno de los extremos para asentar el travesaño, las redes de bolsa de papas que se rompían en cada gol.
A la dificultades que presentaba el terreno había que agregarle un peligro extra en la casa lindera donde doña Rufina se negaba a devolver cualquier pelota que pasara por sobre el alambrado que separaba los terrenos. Su argumento era que le destrozaban las plantas y como castigo nos demoraba la entrega del balón entre dos y tres días.
La solución era ir a golpearle la puerta del quiosco para comprar algún caramelo y mientras se entretenía con la venta otro compañero cruzaba el alambrado y retiraba la “caprichosa”.
Se jugaba entre ruinas que habían quedado de una panadería perteneciente a mis abuelos; la jornada futbolera largaba después de la siesta de mi viejo y duraba hasta que entrara el sol, en partidos a muerte de tres contra tres y a diez goles.
…Ya se me fue otra lágrima.

¿Algún arrepentimiento futbolístico?
No es un arrepentimiento pero sí una necesidad volver a jugar para Dalla Costa al menos por un rato y tengo la sensación que eso está cada vez más lejos. Se siente de otra manera el fútbol entre amigos.
Creo que de adolescente debí darle más importancia. Los tiempos de novias me interferían en el entrenamiento.

¿Qué gol festejó más como hincha? ¿Cuente la experiencia?
Como hincha de fútbol lo que más festejé fue una atajada. Jugaban Sarmiento y Los Andes una final de campeonato en Canals y se definió por penales. Todavía lo veo al Toro Miño volando hacia la derecha para atajar el último penal que nos dio el campeonato del 96.
Si sirve les cuento que grité mucho el gol de Omar Catalán que hizo a Cruzeiro en Bello Horizonte y Racing se quedó con la Supercopa.
Más atrás está el gol del gordo Martín Pardo.


Su peor expulsión.
Cuando empecé a integrar el equipo de primera de Los Andes jugábamos un clásico en la segunda fecha del torneo de la liga de 1995. El partido estaba uno a cero a favor nuestro y en condición de visitante. Faltando cinco minutos para terminar se va una pelota al lateral, cerca del banco de suplentes, la tome en mis manos y se la arrojé en la cara al tipo que iba a realizar el lateral.
El árbitro me expulsó y para no cruzar por enfrente de los hinchas rivales salté el alambrado y me quedé enganchado con la línea de púas de la parte superior, destrozando el pantalón. Me dieron tres fechas y nunca supe por que lo hice.

¿Qué siente que es lo mejor que hace en este juego?
Analizar los partidos antes de jugarlo y saber lo que va a ocurrir sin dejar que me sorprendan las alternativas. Siempre supe que a arquitectura le íbamos a ganar por la mínima diferencia. Estaba tranquilo y casi ebrio con un calor agobiante y el bombo de Pereré retumbando en los oídos.

¿Alguna vez el fútbol le facilitó mujeres… o algo?
Las mujeres siempre me fueron esquivas, creo que no alcancé a afianzarme en primera porque los técnicos sabían que no me iba a servir para ganar mujeres y pensarían que era desperdiciar oportunidades para otros. Cuando fui DT

Un ídolo famoso. ¿Por qué?
Abelardo Vallejos, el “NinJa”. No es famoso pero una vez que Racing jugaba en Córdoba me firmó un autógrafo.
Si “Petaco” y Julián fueran famosos serían ellos.

¿Qué es lo peor que hizo en una cancha?
Ya conté más arriba lo de mi expulsión. La otra es que me pasé todo un partido puteando a un delantero que jugaba para Los Andes – el Pucho Silva-, el negro cobraba como Cristiano Ronaldo y no hacía un gol jamás. Una vez metió uno en un clásico y me lo vino a dedicar pero lo seguí puteando.

¿Y lo mejor?
Lo mejor que pude hacer en una cancha fue compartir con los amigos una pasión como es el fútbol. En Dalla Costa jugué pòcos partidos pero fui muy felíz, igual cuando jugaba para psicología en las épocas de Bocón, siempre salía satisfecho por el compañerismo y el optimismo pese a las derrotas que se sucedían una tras otra.
De los amigos que hice en el fútbol tengo los mejores recuerdos. No se puede vivir sin jugar un partido de fútbol.

¿Ha cobrado por jugar?
Hubo épocas en que nos daban un sobre con $20 o $30 a principio de campeonato en Los Andes. Era sólo un incentivo de entrada porque después hacíamos una vaquita para que reconecten la luz y poder entrenar.

¿Cuándo compró o le reglaron su última pelota?
La última que me regalaron fue a los 10 años, pero no había tanto problema porque en el barrio teníamos tres o cuatro para armar los picados. Hay una de cuero legítimo que tiene como 25 años y hasta hace poco tiempo la guardaba en mi casa.
Me acuerdo que a los 12 años aprendí a hacer las costuras de pelotas de fútbol con dos agujas y el hilo engrasado que no se cortaba.
Siempre le regalo pelotas de fútbol a mi sobrino o hijos de los amigos porque me parece el mejor regalo que un pibe puede tener.
Me pone muy felíz cuando mi hijo Santiago se desespera por jugar con una pelota Nº 2 que le regaló mi viejo, no la puede ni agarrar pero grita y se ríe cuando se la pateo contra las paredes.

Jugador famoso que más odia. ¿Por qué?
No siento odio por ninguno pero a Martín Vilallonga le guardo mucho rencor por un gol que desperdició sobre la hora contra Independiente en un clásico de Avellaneda, había eludido al arquero y con el arco libre se lo perdió, siempre me quedó la bronca porque no pudimos ganar el clásico y por su pasado en el “Rojo”. Y no me gusta la “bruja” Verón porque juega parado y hace como que corre, le pega a los rivales violentamente y los árbitros no lo amonestan, cada vez que lo rozan se queja y pide amarilla. Habla mucho con la prensa para justificarse y cuando fue al mundial se cagó.