Acreedor al premio "El Cono del Silencio", otorgado en aquella sede de Obispo Trejo 369, que se llevó tras haber campeonado con Dalla Costa en 2002, en honor a sus cualidades inigualables en lo que tiene que ver con eso que llaman "función de equipo", el Negro David fue siempre insignia de cohesión grupal. Con autoridad ghandiana, larga experiencia en canchas y potreros, ante rivales maradónicos y otros de cuchillos tomar, conoce el juego desde adentro, desde la esencia.
Por su calma activa algunos lo llamaron acertadamente "el técnico taoista", mientras otros están convencidos de su activismo gnóstico. Lo cierto es que el Negro nunca faltó a su lugar de cauce, ese que tras su tranquilidad, y por ella, hace que el río llegue.
Hoy el río Dalla Costa llegó a lo más alto. Hacía falta un buen cauce. Hacía falta.
Gracias David!!!
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El gran DT y un gesto que realmente exorciza. Acá nos hablaba de arcos sin redes y en su remera podía verse un Sidartha ruludo y la leyenda "todo sufrimiento en el fondo es apego".
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Evocando al Checho con el sombrero que el 2 le regalara, y, a la derecha explicándole a Martín que si precalienta despegando los pies del suelo, puede darle resultados asombrosos.